"Don Miguel fue un frutillero excepcional y, sobre todo, una persona admirable. Como agricultor analítico e innovador, siempre buscaba obtener los mejores resultados, atreviéndose a probar nuevas variedades y estudiando meticulosamente sus manejos para llegar a conclusiones precisas.
A pesar de tener un predio pequeño, fue pionero en la fumigación de suelos en la comuna, en el manejo integral y en la implementación de buenas prácticas agrícolas. Junto a su hijo Wladimir, también incursionó en la plantación fuera de suelo, logrando resultados extraordinarios cada año.
Una de sus cualidades más destacadas era su constante disposición a ayudar a otros agricultores, compartiendo su conocimiento y experiencia generosamente. Sin duda, su partida representa una gran pérdida para la comunidad frutillera de San Pedro”.
Ruben Arce, representante de venta en San Pedro en Melipilla.
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